Me presento, mi nombre es Adriana y soy natural de Logroño, una pequeña ciudad del norte de España, pero actualmente estoy estudiando en Valencia.
De pequeña decían de mi que sería una gran científica, pues siempre he sentido una gran curiosidad por descubrir los engranajes que mueven el mundo; pero yo tenía preparados otros planes. Decidí hacer el bachillerato de artes por la formación cultural y sensibilidad que otros bachilleratos no me iban a otorgar. Después de muchas vueltas y dolores de cabeza, encontré en la arquitectura la sinergia perfecta entre los campos humanístico, artístico y científico. Saciando así las necesidades de la niña que llevo dentro.
Además de lo ya dicho, teniendo en cuenta que la arquitectura está siempre presente en nuestras vidas, veo en ella una oportunidad de saldar la deuda ecológica que tenemos con el mundo.
Por todo esto, me emociona la perspectiva de seis años de formación en aquello que considero mi pasión.
Si no fueses un optimista, sería imposible ser arquitecto.
Norman Foster
Let me introduce myself; my name is Adriana, I was born in Logroño, a small city from the north os Spain, but I’m currently studying in Valencia.
People used to say i was going to be a great scientist, as I’ve always felt the need to discover the mechanisms that run our world; but I had something else planned. I decided to enroll in arts high school because of the cultural formation and humanity other specialties (such as sciences) were not going to give me. After many headaches , having given it a second thought, I found in Architecture a perfect synergy between the humanistic, artistic and scientific fields, satisfying the needs of my inner child.
What’s more, considering Architecture rules our lives, I see an opportunity to pay off the ecological debt we owe to the planet.
And it’s because all of this that the perspective of six years of architectural formation lightens my heart.
If you weren’t an optimist, it would be inpossible to be an architect.
Norman Foster